miércoles, 20 de agosto de 2008

COLOMBIA, TIERRA DE HEROES Y MISERIA


Esta columna contiene un absoluto sentimiento de orgullo por nuestra tierra, emoción que le han impregnado los deportistas que en nuestra representación asisten a la cita olímpica en Pekín. Todas y todos son héroes de esta nación, que cada día se acuesta con tristezas y se levanta plena de esperanzas y fortaleza.

La vida de la mayoría de estas y estos héroes, que no demerita a los pocos afortunados, se ha desarrollado en medio de una gran pobreza, de falta de oportunidades y de las mezquindades propias de un sistema que favorece los distanciamientos entre compatriotas en lo social y lo económico.

Diego Salazar, hoy medallista olímpico de plata, es un joven que por puro amor de madre pudo practicar el levantamiento de pesas y competir en ello, para eso, para que el pudiera hacerlo sin tener que retirarse para colaborar con dinero en su casa, su progenitora duplicó sus esfuerzos laborales.

Jackeline Rentería, medallista de bronce en la olimpiadas, comenzó practicando Judo, pero la imposibilidad de pagar $7000 mensuales la obligó a retirarse, y gracias a su real interés por los deportes y al apoyo de su madre, quien ha trabajado desde vendiendo pescado hasta sirviendo en casas de familia, comenzó a practicar la lucha greco romana, un deporte en el que no le cobraban mensualidad, y por el cual subió al podio olímpico.

Son historias como estas, y las de tantas figuras como nuestros campeones mundiales de boxeo, las que nos deben hacer reflexionar sobre si el país que queremos es el que estamos construyendo.

Estamos llenos de héroes que se destacan tanto en los deportes como en infinidad de quehaceres, y que pasan desapercibidos, pero ellos a su vez están llenos de miseria e incertidumbre sobre su propio presente y futuro.

No nos digamos mentiras, no nos ha importado como sociedad saber de dónde salen, o como hacen, pero sí que disfrutamos con sus victorias y hazañas de momento, para nuevamente olvidarlos.

Hace siete años el soldado Tito Velásquez León fue recibido como héroe, después de estar secuestrado por las FARC casi tres años. Hoy, con dolor en el alma, confiesa que parte de la comida que le ofrece a su hijita sale de las basuras que registra en su faena como reciclador.

Este tema, en el marco de la fiesta que representan los juegos olímpicos, debe sumarse a tantos otros que nos indican que aún no estamos sobre el camino correcto, que Colombia debe asumir con verraquera, constancia y sin más demora la lucha contra la pobreza, causa y efecto de la mayoría de nuestros males.

En esta bella y bendita tierra nacen a tutiplén hombres y mujeres con agallas, que si no estuvieran dedicados a vencer los obstáculos propios de la miseria en la que viven, estarían al frente de la edificación de un mejor país para todos.

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Luis Carlos Galán: 19 años después sigue siendo atinada y pertinente, tanto su percepción de Colombia, como su lucha política.


BORIS F. ZAPATA ROMERO

Abogado Socio

1 comentario:

Anónimo dijo...

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