miércoles, 11 de junio de 2008

850 MILLONES CON HAMBRE


El Universal - Editorial

Hay temas que son por demás sensibles, uno de ellos sin duda es el tema de la pobreza y el hambre.

De unas semanas para acá todos hemos escuchado sobre la posible crisis mundial de alimentos que azotaría al orbe, y de las guerras por comida que serían su consecuencia, y como toda guerra trae pobreza, el circulo vicioso se acrecentaría de tal manera que estaría en riesgo la existencia de la raza humana.

Aunque esta visión parece apocalíptica, es una realidad en ciernes que debemos combatir con firmeza. Aquellos que por la gracia divina nunca hemos pasado un día sin comer, estamos llamados, sin excepciones, a contribuir.

Ese fue el espíritu de la reunión de líderes de todo el mundo en Roma, organizado por el Fondo Mundial para la Alimentación (FAO) de las Naciones Unidas, convocada a raíz de la crisis que golpea a muchos países, inducida por el aumento de los precios de los alimenticios.

La citada cumbre no deja de ser importante a pesar de que sus conclusiones y resultados quedaron cortos frente a tamaño reto, y bajo el entendido que es un tema que debe ser tratado de manera constante y en todo tipo de espacios y foros de discusión, como en Julio, en Japón, donde y cuando se celebrará la próxima cumbre del Grupo de los Ocho.

Creo que lo más importante de la reunión de la FAO, fue que se inició una sana discusión sobre cual es la causa, o causas, que han degenerado en la situación actual. Muchas de las voces que se escucharon, coincidieron en que las políticas de los países mas ricos de subsidiar con cifras que terminan desfigurando el mercado (más de 100 mil millones de dólares en subsidios en el 2006) bloqueando las oportunidades de los países más pobres de entrar a competir, y lo que es peor, como esas políticas de subsidios van acompañadas de otras agresivas de apertura de mercados internacionales, terminan acabando con el agro en esos mismos países.

Al respecto Edmundo Olaguivel, embajador de Bolivia ante la FAO, propuso crear un fondo mundial conformado por los subsidios agrícolas que usan los países más afortunados, “para impulsar una “década productiva con más y mejores alimentos”.

De los compromisos adquiridos, hay que resaltar el de Jacques Diouf, Director general de la FAO, en encausar la donación de 8 mil 500 millones de dólares “a los países más golpeados por la actual crisis alimentaria, para que puedan aumentar su producción de comida en la próxima temporada de siembra”, donación hecha por España, con 773 millones de dólares, Francia 1.500 millones, Venezuela 100 millones de dólares, el Banco Africano para el Desarrollo 1.000 millones, el Banco Mundial 1.200 millones, Estados Unidos 1.500 millones, Japón 150 millones, el Banco Islámico para el Desarrollo 1.500 millones, Kuwait 100 millones, Holanda 75 millones de dólares, Nueva Zelanda 7.5 millones, Gran Bretaña 590 millones y la ONU 100 millones,

En este punto creo importante recalcar la anotación de Barbara Stocking, de la ONG internacional Oxfam, “Hay una creciente conciencia de que los países ricos no pueden seguir dando con una mano y quitando con la otra".

La lucha contra el hambre, no puede ser vista como la manera de expiar algunas culpas, sino como lo que es, el principio del fin.

Boris F. Zapata Romero
Abogado Socio

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es importante que la gente se apropie de este tema, no puede pasar que en unos años nos matemos por un plato de comida. Rodrigo

Anónimo dijo...

Este es uno de los temas que debería tener prioridad en todos los gobiernos, pero es de los que menos se le presta atención. Ojalá sigas haciendo llamados para que se vuelva un asunto urgente!!. Que futuro le espera a nuestros hijos???????

Sandra Clavijo